domingo, 10 de julio de 2016

Ginocrítica

Ginocrítica

El capítulo de Ginocrítica es sumamente interesante puesto que permite adentrarse dentro un campo misterioso y magnético para mí: la crítica feminista. Para empezar, la autora admite que la literatura masculina ha sido merecedora de respeto mientras que la literatura femenina ha sido olvidada o acaso subestimada. Esto queda clarísimo para el lector puesto que no es sorpresa admitir que por mucho tiempo la producción femenina fue ignorada. A lo largo de este capítulo se hará referencia a la literatura femenina y a las corrientes críticas a través de las obras de Kate Mansfield.
Cuando se habla de ginocrítica se principia por reconocer la labor de las escritoras y descubrir cierta hermandad entre ellas. Generalmente, las escritoras femeninas se han expresado a través de la autobiografía y del relato de la vida cotidiana. La autobiografía permitió a la mujer promover sus derechos dentro de una sociedad machista y patriarcal. Por supuesto, hay quienes alegan que es la autobiografía un estilo femenino en cuanto es sumamente personal, como si las mujeres tuvieran la necesidad de relatar sus desdichas a diferencia del hombre que busca desentrañar los misterios del mundo.
Si la autobiografía es una herramienta al servicio del postmodernismo femenino al tratarse de una táctica subversiva, esto implicaría un choque con la teoría de la muerte del autor. Esto debido a que la última corriente propone la deconstrucción del sujeto que lo representa mientras que la autobiografía requiere de una posición clara de la autora y de su esencia como mujer.
En este punto surge el concepto de mediación para admitir que somos “seres mediados por fuerzas superiores de las que no podemos escapar.” Un claro ejemplo sería el lenguaje. Existen tres niveles de mediación en la obra de Mansfield: el primero es intratextual y se refiere a la mediación que ejerce la autora sobre sus personajes, el segundo lo constituye nuestra percepción de la autobiografía como estrategia y el tercero es la labor editorial llevada a cabo por su esposo Murry. Es claro que las dos primeras fueron planeadas por la escritora pero en realidad existe la posibilidad de que el tercero también haya sido previsto por esta.
La autora también se preocupa por la definición de modernismo femenino y feminización. Así, el modernismo femenino se opone al modernismo masculino canónico y buscan un puesto dentro de la literatura. A diferencia del modernismo masculino, el modernismo femenino busca una poética personal y autobiográfico como estrategia discursiva. Es así que las escritores abogan por un proceso de feminización dentro de la literatura y convertir a los hombres “en mujeres cuando desarrollen un gusto por la literatura.”
En el capítulo siguiente, la autora se preocupa por analizar la ginocrítica en la obra de Mansfield y en profundizar respecto a los tipos de mediación empleada. Lo interesante de la producción literaria de Mansfield consiste en reconocer esta idea de que “los roles que adoptamos son una pura construcción social.” Si esto es cierto, implicaría que hay como destruir esta construcción de cierta forma y capaz la vía para hacerlo consista en denunciar los roles impuestos por la sociedad.
En la autobiografía de Mansfield es posible percatarse de su clara intención subversiva. Cada personaje ocupa un rol dentro de la sociedad y de manera satírica, Mansfield logra que sus personajes hablen sutilmente de un cambio. Esta estrategia es apenas perceptible pero si analizamos detalladamente, la obra de Mansfield grita por el cambio. Por ejemplo, en Doves’Nest, la autora crea el personaje de Milly como una mujer que no se conforma con su realidad y con la tradición masculina imperante mientras que en Carnation Mansfield parodia la tradición masculina y defiende la femenina a través de la mejor arma: la carne.
En la obra de Mansfield es posible percatarse de tres períodos de la literatura femenina de manera clara a través de los personajes y de sus relatos. Así, existe la femenine que se caracteriza por una búsqueda igualdad intelectual entre hombres y mujeres, la feminist que busca modelos matriarcales y la female literatura que rechaza la imitación y la protesta y “se centra en la experiencia propia de las mujeres como punto de partida.” Parecería ser que la mujer se cansó de denunciar y pasó a ocupar un rol de cambio, de vanguardia. Me hubiera gustado que la autora profundice un poco más respecto a los períodos de la literatura femenina puesto que me hace preguntar, ¿qué hace que la mujer cambie de estrategia?, ¿cuál es el objetivo actual de la literatura femenina?  

            

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