José de la Cuadra: afirmación y clausura
del mundo montuvio
Conferencia a cargo de Fernando Tinajero
El día 23 de junio, en el
Centro Cultural Benjamín Carrión, se llevó a cabo esta conferencia. A decir
verdad, fui con la expectativa de rememorar la figura del escritor ecuatoriano
y recordar ciertas obras maestras que le permitieron ocupar una gran figura
dentro de la literatura nacional. Lo que sucedió superó en gran medida lo
esperado. En realidad, no se trataba de un recuento de lo conocido por la
mayoría de la sociedad, se trataba de una conversación que sacaba a la luz
justamente aquello que muchos de nosotros desconocía, se trataba de un
verdadero análisis al autor.
El primer aporte de
Tinajero consiste en destacar la falta de estudio a las obras producidas
durante los primeros años del escritor. Esto debido a que son once los años de
producción literaria que han sido ignorados. La primera parte de la literatura de
José de la Cuadra es en realidad una literatura rosa, repleta de “cursilería”
como lo llama Tinajero. Por esta razón, títulos como “Madrecita falsa” han
pasado por alto dentro del área de la crítica literaria. En este punto surgen
varias dudas, ¿cómo se explica esta producción del autor y a qué se debe su
futura evolución?
Tinajero admite que la
producción temprana de José de la Cuadra se ve influenciada por su cuadro socio
económico. Proveniente de una familia de altos hacendados y colonizadores
venidos a menos, el escritor ecuatoriano pierde a su padre y crece con su madre
en una apretada situación económica. Esto fluctúa también con el alza económica
de los comerciantes campesinos, quienes no son de “buenas familias” pero logran
una posición dentro de la sociedad debido a sus recursos económicos. De la
Cuadra, noble pero derrocado no encaja en la alta sociedad pero tampoco encaja
dentro de la sociedad popular. En el seno de estas clases se desarrolla De la
Cuadra y a ello se debe su ambigüedad ideológica. También es posible sostener
que la producción temprana de De la Cuadra tiene claras influencias
modernistas.
Es más tarde cuando José de
la Cuadra crea obras maestras y deja atrás el modernismo y aquellas
“cursilerías” que le caracterizaban. En “Repisas”, podemos apreciar un escritor
con una producción literaria completamente cambiada. Es en este texto donde por
primera vez aparece la figura del montuvio. Tinajero argumenta que este cambio
se produce gracias a la publicación de “Los que se van”. Esta obra, escrita por
estudiantes de José de la Cuadra, se encuentra lleno de irreverencias y por
supuesto, permite al escritor ecuatoriano salir de la comodidad del modernismo
y producir sus obra maestra.
La relevancia de la figura
del montuvio dentro de la obra de José de la Cuadra reside en destacar la
figura de una cultura que existió pero que ya no existe más. Una cultura que se
ha desvanecido por la intrusión de la sociedad civilizada. Las obras de José de
la Cuadra se refieren a un mundo que fue y la descripción de este, a un mundo
selvático, a una cultura virgen. Por supuesto, el encuentro entre estas
culturas y la sociedad “civilizada”, provoca la extinción del montuvio. Es
obvio que el montuvio todavía existe, pero ya no es el mismo de antes. Se trata
de una verdadera corrupción.
La conclusión de la cultura
montuvia se encuentra retratada en dos obras de José de la Cuadra: “Los
Sangurimas” y “La Tigra”. En “Los Sangurimas”, el protagonista es un personaje
que se opone al mundo y a las reglas establecidas por este. Así, este montuvio es
el que impone el código moral, la ética y las normas a seguirse en este mundo. José
de la Cuadra reconoce que “Los Sangurimas” se trata de una novela montuvia
puesto que se encuentra escrita de acuerdo a la estructura narrativa propia de
la mentalidad montuvia, como si se tratara de un montubio contando la historia.
Es decir, esta obra no se ajusta a los cánones de la novela occidental. Con el
final de “Los Sangurimas”, el lector puede percatarse de que se trata del fin
de un mundo autónomo, el fin del mundo de los montuvios. En “La Tigra” también
se retrata la vida del montuvio a través de tres personajes femeninas. Al igual
que en la obra previa, la cultura original de las montuvias se ve corrompida
ante la intrusión de la sociedad.
Finalmente, cabe recalcar
la figura del mito dentro de la obra de José de la Cuadra. El personaje de “La
Tigra”, Masa Blanca, es un reflejo de la superstición de nuestra sociedad.
Parecería ser que la creación de personajes como Masa Blanca constituyen la
semilla de lo que décadas después será conocido como el realismo mágico. Por
esta razón, Tinajero sostiene que aquellos seguidores de los Buendía
probablemente deban remitirse a las obras de José de la Cuadra puesto que es
allí donde encontrarán los verdaderos orígenes de esta corriente literaria.
Acudir a esta conferencia
me permitió ampliar mi conocimiento sobre el escritor ecuatoriano pero sobretodo
comprender en mayor medida la literatura ecuatoriana. Me sorprendió sobretodo
esa profundización respecto a la cultura montuvia y su corrupción. Me impacta
puesto que afirmar esto implica reconocer que en la actualidad no hay culturas
vírgenes, no hay mundos autónomos. El hombre ya no es el mismo, y esto evoca
cierto sentimientos de nostalgia y melancolía, como si se tratara de un mundo
que se perdió para siempre.
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