martes, 7 de junio de 2016

El origen de la obra de arte de acuerdo a Heidegger

El origen de la obra de arte
Martin Heidegger

El texto de Heidegger tiene por objetivo encontrar, si esto es posible, el origen de la obra de arte. Más allá del origen, a mi consideración el autor pretende encontrar el significado, la realidad o como él lo llama “el ser” de la obra de arte. Esto, sin duda alguna, es una meta sumamente ambiciosa en cuanto implica desentrañar o alcanzar cierto grado de conocimiento abstracto complejo.
Para empezar, el autor define origen como “aquello a partir de donde y por lo que una cosa es lo que es y tal como es.” En palabras de Heidegger, el origen de algo es la “fuente de su esencia.” Ahora bien, encontrar la esencia del arte o lo que le hace ser lo que es a la obra de arte es objeto de gran análisis a lo largo del documento. Llama la atención que en este intento de descifrar al arte, Heidegger llega a un punto que él lo llama círculos viciosos en cuanto no hay respuesta certera con respecto a qué fenómeno sucedió primero. Así, ¿es el arte el origen de la obra o la obra es el origen del arte? 
Con el fin de encontrar la esencia del arte, Heidegger procede a realizar un análisis de lo que es y como es una obra efectiva. Es cierto que la obra es alegoría y símbolos; no obstante, esto no es suficiente para determinar la esencia verdadera de la obra. Por supuesto que se puede decir que la obra es una cosa pero la acepción más cercana que propone el autor es aquella por la cual se debe tomar a la cosa “tal y como se presenta” con su materia y forma. A través de esta, se puede afirmar que el carácter de cosa de la obra de arte reposa en la materia por la cual se encuentra conformada esta.
Heidegger se encarga también de establecer la diferencia entre un utensilio y la obra de arte. Esta cuestión parecería simple a primera vista aunque al contrario, requiera de un análisis pormenorizado el cual impida que exista duda. La diferencia radica en la autosuficiencia de la obra en comparación del utensilio. La obra solamente necesita ser para existir y cumplir con su función. Además, mientras el utensilio únicamente presencia la verdad, la obra de arte es la verdad.
El punto álgido de este texto recae en la relación entre el arte y la verdad. El autor sostiene que “ha sido la obra de arte la que nos ha hecho saber lo que es de verdad.” Parte de esto a través de un ejemplo de la pintura de un par de botas, lo cual resulta bastante ilustrativo. Es importante reconocer que el autor acepta y se aleja de la corriente superada por la cual el arte es una reproducción o imitación de la realidad. Al contrario, Heidegger afirma que la obra es una reproducción de “la esencia general de las cosas.” Esto quiere decir que Heidegger afirma que la obra de arte es la verdad en cuanto implica un desocultamiento del ente.
La verdad en este texto va a ser entendida como “lo real” y como ya se mencionó previamente, como “desocultamiento.” Ahora bien, es cierto que no existe verdad absoluta ni verdad alguna que no pueda ser refutada al menos en lo mínimo.”. Sin embargo, ¿cómo puede acontecer la verdad en la obra de arte? Esta es una pregunta que se cuestiona al autor y que brinda como respuesta el combate existente entre tierra y mundo. Esto debido a que ser-obra significa “levantar un mundo” y de esta manera se “trae aquí la tierra.” Estos dos aspectos constituyen elementos esenciales de la obra.
Es necesario tener claro que para Heidegger “en la obra obra el acontecimiento de la verdad.” En este punto el autor da importancia a la actividad del artista en la creación de la obra pero pasa superficialmente el rol del artista y se aproxima únicamente a la obra de arte como una creación que “saca a lo presente como tal fuera del ocultamiento.” Sin embargo, no basta que la obra haya sido creada sino que necesita también ser cuidada. Estos cuidadores son aquellas personas que se mantienen en el interior de la apertura “de lo ente acaecida en la obra.”
Finalmente, Heidegger concede al arte en alta estima y más aún al poema que cuestiona si el arte en todos sus modos “agota verdaderamente la esencia del poema.” Además, afirma que el arte es el “poner a la obra de la verdad.” En mi consideración, este concepto resulta vago y confuso. 



Comentario personal

Sin duda alguna, Heidegger es un autor complejo de ser leído por su táctica discursiva a lo largo del texto y por las cuestiones planteadas que implican un proceso complejo de conocimiento y de conexión con las ideas planteadas. El tema sobre el origen del arte encauza al lector por una vía determinada en la cual el autor establece ciertas dudas que serán respondidas y refutadas por él mismo.
Heidegger da un gran peso a la obra de arte como una expresión de la verdad y como la captación de la verdad a través del desocultamiento. Honestamente, no sé si comprendí exactamente lo que pretende sostener el autor; sin embargo, esto me resulta asombroso en cuanto implica que toda obra de arte contiene la verdad. Más allá de la aproximación a la verdad como un enfrentamiento entre lo oculto y lo claro de un ser, yo me pregunto si esto es cierto, si absolutamente toda obra de arte contiene la esencia de “lo real”. Además, vuelvo al tema de la institucionalización en cuanto quién determina el valor de una obra y a quién o a qué beneficia el arte. Esto debido a que arte implica varias áreas extensas y como hablamos en clase, al menos la literatura responde en su mayoría a intereses del grupo que sostiene el poder en la época determinada. Siendo así, ¿todavía pensamos que toda obra de arte contiene la esencia de la verdad? Claro que sí se acepta la definición de verdad ofrecida por el autor es mucho más fácil sostener esta teoría pero entonces, ¿qué es la verdad?, ¿alguien ha propuesto una definición “verdadera” de la verdad?, ¿acaso no resulta un concepto abstracto como el de la justicia o el de la literatura?
Además, me resulta difícil entender el rol del artista a través del texto. En primer lugar, ¿cómo este artista puede ser conocedor de la verdad?, ¿cuál es la fuente de este conocimiento? Si el artista resulta ser el creador de la obra y la obra es el “desocultamiento” del ente, ¿cuál es el rol de aquellos que no son artistas, únicamente aceptar esta verdad? No sé si en realidad me estoy desviando un poco del tema central que plantea el autor pero me resulta difícil seguir la línea si no encuentro el rol del artista a lo largo del texto.
Al final, ¿qué es la obra de arte y cuál es su relación con la verdad? Para mí no se resolvió la duda con absoluta claridad pero tampoco ese era el objetivo del autor en cuanto este un enigma de gran complejidad. Por último, es válida la duda del autor en torno vigencia del arte en tiempos actuales y en la necesidad de este para acontecer la verdad.






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