Interpretación de los sueños – Freud
Gustavo Maldonado
Una de las aproximaciones
más interesantes en el mundo del psicoanálisis es aquel que realiza Freud con
respecto a los sueños. En el capítulo de Eagleton fue posible explorar de
manera breve esta teoría como un abrebocas a lo que realmente implica. Para
Freud, el mundo de los sueños constituye un acceso al inconsciente y a aquellos
deseos reprimidos que están ocasionando malestar en la persona.
Maldonado empieza este
análisis afirmando la relación del sueño con la vida despierta. Algunos
manifiestan que no existe relación alguna, pero la mayoría sostiene que el
contenido de los sueños está “constituido por aquellos objetos sobre los que
recaen nuestras más ardientes pasiones.” Esto es ciertamente aceptado y
conocido por la sociedad que estudia el sueño, pero no por ello resulta menos
interesante.
Si nuestros sueños
contienen nuestros más íntimos deseos o pasiones, eso quiere decir que el
material del sueño se crea a través de experiencias vividas o conocidas.
También es cierto que los sueños toman formas extrañas para representar lo que
recordamos y por esta razón no siempre vamos a admitir que lo soñamos ya lo
habíamos vivido.
Con respecto a los
estímulos y a las fuentes de los sueños, se han diferenciado tres distintos
estímulos: el sensorial externo, el sensorial interno y el somático interno. El
primero es fácil de entender en cuanto un sueño puede ser provocado por un
aspecto externo como ruidos, sensaciones, olores, etc. El estímulo sensorial interno
se encuentra relacionado con las excitaciones sensoriales objetivas. La más
representativa es la excitación de la retina. El inconveniente de estos
estímulos es que su comprobación es de gran complejidad. Algunos expertos han
podido, a fuerza de ejercitarse, comprobar en sí mismos la existencia de
alucinaciones hipnagógicas provenientes del la luz propia de la retina. Por
último, el estímulo somático interno da paso a lo que Aristóteles sostenía
respecto a que en sueños se puede encontrar el comienzo de una enfermedad.
Lamentablemente el autor no profundiza más en estos estímulos puesto que me
gustaría saber si son aceptados a plenitud en la sociedad científica y en qué
medida un sueño puede develarte una enfermedad.
Es normal que olvidemos los
sueños y esto se debe a distintas causas. Entre estas, se encuentran sueños
débiles que no podemos recordar o aquellos que se presentan por una sola vez.
Si bien es cierto que se admite que los sueños lógicos son más fáciles de
recordar, esto no es totalmente cierto puesto que recordamos también los sueños
más inverosímiles. Una peculiaridad del sueño es que se presenta en su mayoría
a través de imágenes visuales. Además, “el sueño alucina”, lo cual implica que
no se representan los pensamientos exactos de la persona sino que se modifican.
Las teorías oníricas son
aquellos “conjuntos de juicios sobre el sueño que intentan explicar […] la
mayor suma posible de los caracteres observados […]” Esta parte del análisis
constituye de gran interés puesto que se enfoca en la manera de estudiar el
sueño. Al principio se creía que los sueños eran enviados por los dioses. Una
vez superada esta creencia, la comunidad científica se divide en tres
corrientes para explicar las teorías oníricas. Aquellas teorías que admiten que
el alma no duerme, aquellas que aceptan que el sueño es un descenso de la
actividad psíquica y aquellas que afirman que el sueño tiene una función útil
por desplegar determinadas funciones psíquicas. Sobre las últimas se centra la
atención de los psicólogos actuales.
Con respecto al método de
la interpretación onírica también existe un debate. Algunos admiten que el
sueño se interpreta en su totalidad sustituyéndolo por otro. Ante la dificultad
que se presentaba con la interpretación de sueños complejos, surge el método de
estudiar el sueño mediante la desmembración e interpretación de cada componente
de este. El primero se denomina como el método simbólico mientras que el
segundo es el método descifrador. Para ambos existen argumentos opositores. Por
ejemplo, en el método descifrador, ¿es realmente posible confiarnos en un libro
que tenga todas las claves de los sueños?, ¿quién crea este libro?, ¿son estas
claves inmutables?
Maldonado admite que el
sueño es una realización de deseos. Si esto es cierto, me deslumbra la idea de
pensar que a pesar de la importancia de los sueños, todavía no se ha podido
descifrar de manera exacta la manera en que estos pueden ser interpretados.
Además, ¿hasta qué punto un sueño es en realidad un reflejo de nuestro
inconsciente?, ¿se puede curar en realidad a través de la terapia onírica?
Los expertos en este tema
tienen un gran campo de estudio por delante, especialmente si aceptamos que es
imprescindible una labor de condensación. Esto debido a que un sueño es
“conciso, pobre y lacónico.” Al contrario, la interpretación de este sueño que
dura segundos puede ser extensa y reveladora. Finalmente, también es importante
comprender que no todo lo que el sueño contiene son ideas latentes o pueden ser
efectivas para la terapia. Siendo así, ¿cómo se distingue lo fundamental de lo
accesorio en los sueños?
A mi parecer, el estudio de
las teorías oníricas dentro del campo de la psicología es fascinante. Los
sueños siempre han sido un área de estudio más o menos inaccesible puesto que
no se entiende la naturaleza de estos. También contribuye a esta falta de
certeza el hecho de que no existe un método certero para interpretar los
sueños. No se puede dejar que ideas tan importantes que se expresan a través del
sueño sean deformadas por métodos inexactos. Yo me pregunto, ¿acaso puede
existir exactitud en esta área? Y, ¿cuáles serían estos parámetros de
exactitud?
No hay comentarios:
Publicar un comentario