martes, 28 de junio de 2016

El último remedio: aproximación desde el psicoanálisis

El último remedio: análisis desde el psicoanálisis
César Dávila Andrade

“El último remedio” de César Dávila Andrade trata la historia de una pareja desesperada por encontrar una cura para la misteriosa enfermedad que aqueja al esposo Manuel Crovo. El cuento gira en torno a esta búsqueda, cuestión de vida o muerte.  Parecería ser que el rol de la mujer, Margarita, es de gran relevancia en este cuento puesto que ella personalmente se dedica a hacer todo lo posible para encontrar una cura. ¡Cómo si pudiera burlar al destino!
No analizaré este cuento a través del análisis de la psiquis del autor. Lo que pretenderé es incorporar aquellos aspectos freudianos que logren dilucidar en cierta medida los símbolos empleados por Dávila Andrade. De esta manera, el análisis del texto literario lo haré como si se tratara de un sueño y requiriera de un proceso de decodificación.
El íncipit, como es usual en Dávila Andrade, logra desencajar al lector. Se dice que el último remedio es un reclinatorio de raso para el cielo. Claramente, se trata de un símbolo. ¡He aquí la respuesta! No existe cura para Manuel, la cura es terminar con la enfermedad y solamente la muerte puede hacerlo. Por eso el reclinatorio, como si se tratara de una escalera que se dirige hacia el cielo una vez que los pecados han sido confesados. Cuando llega el reclinatorio, se realiza una celebración. ¡La cura ha llegado! Y nada más que a través del Sueño, que es el padrino de la ceremonia. Esta referencia al sueño es una arista importante dentro de la teoría freudiana. Me atrevo a afirmar que el íncipit es el final de la historia, la solución del problema que se presenta a través del misterioso mundo de los sueños. Manuel ya lo sabía o al menos su inconsciente lo sabía.
El sueño también se presenta a lo largo de la obra. Un día Manuel confiesa avergonzado a su esposa que sufre de insomnio. Parecería ser que esta es una de las dolencias que le aqueja. ¿Por qué no puede conciliar el sueño Manuel? Acaso oculta un fuerte deseo reprimido en su inconsciente. El mismo viejo curandero tiene características que nos permiten inferir cierta relación con el sueño. Se dice de él que caminaba como un sonámbulo. ¿Será que el curandero es el sueño y en este caso el sueño es el destino y el destino de Manuel es la muerte? Quizás por esta razón Manuel no mejoró.
En las obras de Dávila Andrade, la mujer juega un rol ciertamente maternal. Parecería acercarse a la teoría del Complejo de Edipo. Desde el momento en que enferma Manuel, Margarita procura cuidarle como a un hijo y se dedica exclusivamente a encontrar la cura. Así, por ejemplo, Margarita separa los lechos matrimoniales y ubica el de Manuel al frente del suyo como si se tratara de “una bestia frente a su madre.” Es tal la ternura que Margarita siente hacia su esposo que prometió “atenderle con la solicitud de una madre hasta el último instante.” El amor erótico da paso a un amor maternal en el cual Margarita juega el rol de madre y Manuel el rol del niño.
Al contrario de este sentimiento maternal, la obra tiene un gran contenido sexual. En realidad, la sexualidad de Manuel se encuentra reprimida. Parecería ser que esta represión es la causante de la angustiosa enfermedad. La misma Margarita, en su afán de encontrar la cura, encuentra un recetario contra “el horrible morbo”, lo cual parece dar luces al lector respecto a la enfermedad que sufre Manuel. El final del cuento constituye el triunfo del inconsciente reprimido sobre el ego. Así, los deseos sexuales de Manuel se ven satisfechos mediante la violación de la chola. No obstante, el precio que pagó fue altísimo: la muerte. ¿Acaso el triunfo del inconsciente implica el final de nuestra vida? Es decir, ¿los deseos nos pueden llevar a la destrucción?
Otro elemento propio del psicoanálisis que aparece a lo largo de la obra reside en la compulsiva repetición. Margarita no se cansa de buscar la cura y así repite una y otra vez esta escena de probar remedios, ir a nuevos curanderos, etc. Siento yo que la cura no existe en el cuento y que mucho de esto tiene que ver con la concepción del destino en las obras de Dávila Andrade.
Finalmente, quisiera estudiar un poco el elemento del último remedio puesto que aquí parecería que se unen dos elementos opuestos. La leche materna como símbolo de vida vs. la gota de sangre como símbolo de muerte. ¿Es posible superar esta oposición?



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